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Glioblastoma: Definición y actualidad

El glioblastoma, o glioblastoma multiforme (GBM), es un tumor cerebral primario, es decir, se origina en el cerebro y no proviene de otras partes del cuerpo. Se desarrolla a partir de las células gliales, que son las células que dan soporte y rodean a las neuronas. Suele tender a crecer localmente infiltrando el tejido cerebral adyacente, y es muy raro que se extienda a otros órganos. Los avances en el conocimiento de su estructura genética y debilidades moleculares están permitiendo el desarrollo de nuevos tratamientos esperanzadores para este tumor.

Epidemiología

El GBM es el tumor cerebral glial más común en adultos, y representa alrededor del 15% de todos los tumores cerebrales primarios. Se diagnostica más frecuentemente en varones entre los 45 y 70 años, con una incidencia de aproximadamente 3 casos nuevos por cada 100,000 personas al año. En la mayoría de los casos suele ser esporádico (no hereditario) y no suele estar asociado a ningún factor predisponente. El único factor ambiental claramente relacionado con su desarrollo son las radiaciones ionizantes, aunque éstas no suponen un riesgo significativo en nuestro día a día. No se ha demostrado que esté vinculado al uso teléfonos móviles o a la exposición de campos electromagnéticos. 

Avances en el Diagnóstico Molecular

La última clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS 2021) ha mejorado de forma significativa la comprensión y diagnóstico del GBM. Un avance clave ha sido la identificación de características genéticas específicas del tumor que influyen directamente en el pronóstico y la respuesta al tratamiento. Uno de estos factores es la ausencia de la mutación del gen IDH (o IDH “salvaje”), lo que permite diferenciar el glioblastoma de otros tumores como el astrocitoma de grado 4, considerado como IDH-mutado. Otro factor molecular importante es la metilación del promotor del gen MGMT, implicado en la reparación del ADN. Su presencia ha demostrado mejorar la respuesta a la quimioterapia, al dificultar la reparación del ADN en las células tumorales, haciéndolas así más vulnerables. Disponer de un diagnóstico anatomopatológico adecuado es crucial para poder evaluar todas las alternativas diagnósticas y terapéuticas, así como para considerar la participación en posibles ensayos clínicos.

Características de Imagen

En las imágenes por resonancia magnética (RM), el glioblastoma multiforme (GBM) suele aparecer como una lesión irregular que capta el contraste de manera desigual, con áreas de inflamación alrededor del tumor (edema) y zonas más oscuras que indican necrosis. Además, tecnologías avanzadas de imagen, como las secuencias de difusión y perfusión en RM, la resonancia magnética funcional, la tractografía y el PET, ofrecen información más detallada sobre la localización y el comportamiento del tumor. Los especialistas seleccionarán las técnicas de imagen más adecuadas para optimizar la toma de decisiones clínicas y la planificación quirúrgica.

Pie de foto: Resonancia magnética con contraste de un glioblastoma temporal

Pie de foto: Tractografía con las vías más importantes que rodean la lesión.

Tratamiento Actual: Manejo Multidisciplinar

El manejo multidisciplinar dentro de los Comités de Tumores es esencial hoy en día para tomar las decisiones terapéuticas más adecuadas en cada etapa del tratamiento del glioblastoma, mejorando así la calidad de vida de los pacientes. El tratamiento estándar, conocido como protocolo STUPP, combina cirugía, radioterapia en varias sesiones y quimioterapia con temozolomida, un fármaco que se toma por vía oral. La cirugía tiene como objetivo eliminar la mayor cantidad posible de tejido tumoral y puede apoyarse en tecnologías avanzadas como la fluorescencia con ácido 5-aminolevulínico (5-ALA), la neuronavegación guiada por imágenes, y el control neurofisiológico para proteger las áreas críticas del cerebro responsables del lenguaje y el movimiento. La radioterapia y la quimioterapia se encargan de atacar las células tumorales que no han podido ser eliminadas quirúrgicamente. Además, se están implementando nuevas estrategias como la terapia con campos de tratamiento tumoral (TTF), que utiliza campos eléctricos para inhibir el crecimiento de las células cancerosas.

Tratamientos de Segunda Línea

En caso de recurrencia del GBM, existen varias opciones de tratamiento. Entre ellas se encuentran una nueva cirugía, radioterapia adicional o el uso de otros medicamentos como el bevacizumab, que bloquea el crecimiento de los vasos sanguíneos que alimentan al tumor, entre otros. 

Líneas de Investigación Prometedoras

Existen varias líneas de investigación en desarrollo para encontrar nuevas soluciones para el GBM. Algunas de las más destacadas incluyen:

  1. Inmunoterapia: Este tratamiento busca estimular el sistema inmunológico del paciente para que ataque directamente las células tumorales, como las vacunas personalizadas y terapias con células CAR-T, un tipo de linfocitos T que se modifican genéticamente con este fin.
  2. Terapias dirigidas: El uso de medicamentos que actúan sobre dianas o vías moleculares específicas. Algunas de los nuevos fármacos en estudio dirigidos son:
    1. Inhibidores de mTOR (everolimus, temsirolimus)
    2. Inhibidores de PDGFR (imatinib)
    3. Inhibidores de VEGF (bevacizumab)
    4. Inhibidores de IDH1/IDH2 (ivosidenib, enasidenib)
    5. Inhibidores de PARP (olaparib)
    6. Inhibidores de BRAF/MEK (vemurafenib, trametinib)
    7. Inihibidores de factores del splicing (pladienolide B)
  1. Nanotecnología: Utiliza nanopartículas para transportar medicamentos directamente al tumor o con un efecto terapéutico propio gracias a la hipertermia tumoral.
  2. Terapia génica: Modifica el ADN de las células tumorales a través de diversas técnicas como los vectores víricos, con el objeto de inhibir su crecimiento o causar su muerte. 
  3. Terapia con virus oncolíticos: Este enfoque utiliza virus modificados que infectan y destruyen específicamente las células tumorales. 
  4. Terapia basada en la microbiota: Investiga cómo la flora intestinal puede influir en la respuesta del tumor al tratamiento.
  5. Inteligencia artificial y modelos predictivos (medicina personalizada): El uso de algoritmos avanzados y aprendizaje automático está permitiendo a los investigadores analizar grandes volúmenes de datos para identificar patrones, predecir el comportamiento del tumor y personalizar los tratamientos. 
  6. Biopsias líquidas y monitorización en tiempo real: Buscan monitorizar la respuesta al tratamiento o diagnosticar el tumor mediante el análisis de fragmentos de ADN tumoral en sangre o líquido cefalorraquídeo. 

Estas líneas de investigación tienen el objetivo común de mejorar la calidad de vida, controlar el crecimiento tumoral y retrasar la necesidad de tratamientos más agresivos de forma personalizada. 

¿Qué debo hacer si me diagnostican un glioblastoma?

Recibir un diagnóstico de glioblastoma puede ser abrumador, pero lo más importante es confiar en tu equipo médico. Ellos te guiarán en el proceso y te explicarán las opciones de tratamiento más adecuadas para tu caso. A través de ASTUCE Spain, podrás estar en contacto con personas que están pasando por experiencias parecidas y obtener información sobre posibles estudios en marcha.

Autor: Juan Solivera.

Fact Check

Para garantizar una mayor precisión este artículo ha sido verificado. El contenido incluye enlaces a sitios de medios acreditados, instituciones y organizaciones académicas de investigación y en ocasiones, a publicaciones y estudios médicos (tanto de medicina occidental como de medicina china). Todo el contenido de nuestra web ha sido revisado, no obstante, si consideras que presenta errores o inexactitudes, o que está desactualizado, o bien crees que no te genera confianza, puedes contactarnos para sugerirnos las correcciones y aportaciones que estimes necesarias.

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